La financiación inmobiliaria implica obtener fondos para comprar una propiedad mediante préstamos hipotecarios u otras formas de financiamiento. Es esencial entender los términos, evaluar la capacidad de pago y los riesgos antes de comprometerse.
Contratar un asesor financiero para obtener una hipoteca puede asegurarte las mejores condiciones posibles y facilitar el proceso de compra de vivienda, brindándote tranquilidad durante todo el proceso.
Las principales diferencias entre una hipoteca y un préstamo personal son: 1. Garantía: En una hipoteca, la propiedad que se está comprando actúa como garantía para el préstamo, lo que significa que el banco puede tomar posesión de la propiedad en caso de incumplimiento. En un préstamo personal, no hay garantía específica y el prestamista no tiene un derecho directo sobre un activo específico en caso de incumplimiento. 2. Importe y plazo: Las hipotecas suelen ser préstamos de mayor cuantía y a plazos más largos, diseñados específicamente para la compra de viviendas. Los préstamos personales suelen tener importes más pequeños y plazos más cortos, y pueden utilizarse para una variedad de propósitos, como la compra de un automóvil, gastos médicos, viajes, etc. 3. Tasas de interés: Las tasas de interés de las hipotecas tienden a ser más bajas que las de los préstamos personales, ya que están respaldadas por la garantía de la propiedad. Los préstamos personales suelen tener tasas de interés más altas debido a la falta de garantía y al mayor riesgo percibido para el prestamista. 4. Requisitos de elegibilidad: Para obtener una hipoteca, se requiere una evaluación más rigurosa de la solvencia del solicitante y una mayor cantidad de documentación financiera. Los préstamos personales suelen tener requisitos de elegibilidad menos estrictos y un proceso de solicitud más rápido y sencillo. En resumen, mientras que una hipoteca está diseñada específicamente para financiar la compra de una vivienda y está respaldada por la garantía de la propiedad, un préstamo personal es más flexible en términos de uso y no requiere una garantía específica, pero generalmente tiene tasas de interés más altas y plazos más cortos.
+ infoCuando se solicita una hipoteca, proporcionar al banco toda la documentación requerida es un paso fundamental que agiliza el proceso de evaluación. Por lo general, la información solicitada por el banco incluye:
- Documentos de identificación del titular o titulares que solicitan el préstamo hipotecario, como el DNI (Documento Nacional de Identidad) o el NIE (Número de Identificación de Extranjero).
- Escrituras de otros inmuebles de propiedad.
- Declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del último año.
- Contrato de arras o señal en caso de que ya se haya formalizado.
- Información relacionada con el inmueble, como una nota simple del Registro de la Propiedad para verificar los datos.
- Consulta en el CIRBE (Centro de Información de Riesgos del Banco de España), que contiene información sobre avales, préstamos, créditos y riesgos asumidos por las entidades financieras y sus clientes.
- En caso de vivir de alquiler, se requerirá el contrato de arrendamiento actual y los últimos recibos de alquiler.
- Informe de vida laboral actualizado.
- Extractos bancarios recientes.
Esta documentación es crucial para evaluar la situación económica de los solicitantes y determinar la viabilidad de la hipoteca.
Además de la documentación general, hay documentos específicos que varían según la situación laboral del solicitante:
Para trabajadores por cuenta ajena:
- Contrato laboral.
- Tres últimas nóminas.
- Justificantes de ingresos adicionales, si los hubiera.
- Recibos de préstamos contratados, si los hay.
Para trabajadores por cuenta propia:
- Declaración anual de IVA.
- Pagos trimestrales de IVA del año en curso.
- Declaración anual y fraccionada del IRPF.
- Comprobantes de pagos a la Seguridad Social.
Para solicitantes que son empresas:
- Declaración de impuestos actual.
- Impuesto de sociedades del ejercicio anterior.
- Balance económico actualizado de la empresa.
Además de estos documentos estándar, el banco puede requerir información adicional según los criterios de riesgo establecidos por la entidad.
En España, la edad máxima para solicitar una hipoteca suele ser alrededor de los 75 años. Los bancos también pueden exigir garantías adicionales, como un seguro de vida o un aval de una persona con ingresos estables. Aunque la edad puede influir en el plazo de amortización y las cuotas mensuales, los solicitantes mayores pueden tener ventajas como una pensión fija y otras fuentes de ingresos. Es importante tener en cuenta las recomendaciones del Banco de España, que sugieren un plazo máximo de 30 años para la hipoteca y no destinar más del 35% de los ingresos mensuales al pago de la misma.
+ infoPara calcular el importe máximo que un banco puede concederte de hipoteca, primero debes determinar tu presupuesto máximo para la compra de una vivienda. Esto se calcula como el 35% de tus ingresos netos mensuales. Este presupuesto representa tu capacidad de endeudamiento, es decir, cuánto puedes destinar al pago de deudas mensuales.
Una vez que tengas tu presupuesto, el banco considerará varios factores para determinar el importe máximo de la hipoteca:
1. El valor de tasación del inmueble que deseas comprar.
2. El destino de la hipoteca, si es para una vivienda habitual o una segunda residencia.
3. El precio de compra-venta acordado.
4. Tu capacidad de pago, basada en la diferencia entre tus ingresos y gastos.
Generalmente, los bancos financian hasta el 80% del valor de una vivienda habitual y hasta el 60% para una segunda residencia. Sin embargo, es importante destacar que en algunos casos se puede llegar a financiar hasta el 100%. Este porcentaje se aplica sobre el valor más bajo entre la tasación y el precio de compraventa.
Es recomendable tener ahorros equivalentes al 30% del valor de la vivienda para cubrir los gastos adicionales y la parte no financiada por el banco.
Después de la crisis económica, el mercado inmobiliario está en recuperación gradual y los bancos están otorgando hipotecas con más cautela. Los criterios comunes para aprobar una hipoteca incluyen capacidad de reembolso, importe de tasación y de compraventa del inmueble, estabilidad laboral, nivel de endeudamiento y documentación completa. Es importante que la cuota mensual no supere el 30% de los ingresos fijos del solicitante. Además, tener otros productos financieros con el banco puede aumentar las posibilidades de aprobación. Es fundamental comparar los requisitos de cada entidad antes de solicitar una hipoteca.
+ infoEn resumen, la diferencia clave entre una hipoteca fija, variable y mixta radica en la forma de pago y las condiciones financieras. En una hipoteca fija, el tipo de interés se mantiene constante durante toda la vida del préstamo, lo que brinda estabilidad en las cuotas mensuales. En una hipoteca variable, el tipo de interés fluctúa según un índice de referencia, lo que puede resultar en cuotas que varían con el tiempo. En una hipoteca mixta, se combina un período inicial de tipo fijo con otro de tipo variable. Al decidir entre ellas, es importante considerar la capacidad de ahorro, las circunstancias personales y la preferencia por la estabilidad de pagos o cuotas más bajas sujetas a cambios en el mercado. Es recomendable utilizar un simulador de hipotecas y revisar detenidamente las condiciones antes de tomar una decisión.
+ infoEl Banco de España aconseja limitar el plazo de amortización de una hipoteca a un máximo de 30 años para minimizar el costo total del préstamo, ya que un plazo más largo implica pagar más intereses. Es crucial evaluar cuidadosamente las opciones y considerar la estabilidad financiera, la capacidad de pago y los objetivos a largo plazo antes de decidir el plazo de amortización. Amortizar la hipoteca en un plazo más corto puede reducir el costo total del préstamo, pero con cuotas mensuales más altas, mientras que un plazo más largo puede disminuir las cuotas mensuales pero aumentar el costo total del préstamo debido al pago de más intereses. Es esencial comprender cómo funciona el sistema de amortización de la hipoteca para tomar una decisión informada.
+ infoEl perfil de riesgo hipotecario se refiere a la evaluación realizada por las entidades crediticias para determinar la probabilidad de conceder una hipoteca a un solicitante. Este perfil se basa en la solvencia económica (o scoring bancario) del solicitante, evaluando su capacidad para hacer frente al pago de las mensualidades del préstamo durante su vida útil. Factores como los ingresos, los gastos y otros préstamos contraídos son considerados en esta evaluación. Con la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria, este perfil ha adquirido una mayor importancia, ya que las entidades están obligadas a realizar una evaluación más exhaustiva de los clientes.
+ infoPara calcular los gastos de apertura de una hipoteca, es importante tener en cuenta varios elementos. Además del precio de la vivienda en sí misma, debes considerar los gastos asociados con la apertura del préstamo hipotecario. Estos gastos pueden incluir: 1. Tasación de la vivienda: Es necesario realizar una tasación para determinar el valor del inmueble, y este costo generalmente lo asume el solicitante. 2. Notaría: Los honorarios del notario por la firma de la escritura de la hipoteca y la compraventa deben ser pagados por el solicitante. 3. Registro de la propiedad: El registro de la hipoteca en el Registro de la Propiedad también implica costos que el solicitante debe cubrir. 4. Impuestos: Debes considerar los impuestos asociados con la compra de la vivienda y la constitución de la hipoteca, como el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD). Es importante tener en cuenta que, según la nueva Ley Hipotecaria, la mayoría de los gastos de apertura de la hipoteca deben ser asumidos por la entidad financiera. Sin embargo, aún existen algunos costos que el solicitante debe cubrir. Por lo tanto, es recomendable revisar detenidamente los términos y condiciones de tu préstamo hipotecario para comprender completamente los gastos involucrados.
+ infoLas hipotecas para extranjeros o no residentes varían en sus condiciones y criterios de aprobación, dependiendo de la nacionalidad, estabilidad económica, y perfil crediticio del solicitante. Los bancos suelen preferir clientes procedentes de países con sistemas jurídicos y controles financieros sólidos. Sin embargo, obtener una hipoteca puede ser más difícil para no residentes, ya que algunos bancos pueden temer dificultades para recuperar sus préstamos en caso de incumplimiento. Las condiciones para hipotecas de no residentes suelen ser más restrictivas. Estas pueden incluir una tasa de interés más alta, un límite máximo de préstamo del 70% del precio de compra, y un plazo de amortización entre 20 y 30 años. Además, se pueden requerir garantías adicionales, como avales o bienes inmuebles. La documentación necesaria para solicitar una hipoteca como no residente incluye fotocopias del pasaporte o NIE, certificado de residencia fiscal, contrato de trabajo y nóminas, declaración fiscal, extractos bancarios, recibos de deudas pendientes, registros de activos, nota simple de la vivienda, y contrato de compraventa o de arras. Esta documentación debe ser traducida por un traductor jurado y puede estar sujeta a una tarifa adicional. Aunque las condiciones pueden ser más exigentes, algunos bancos ofrecen servicios especiales para clientes extranjeros, incluyendo asesoramiento y ayuda en los trámites notariales y registrales. Una vez aprobada la solicitud, el proceso de firma de la hipoteca suele ser similar al de los clientes locales, con la oferta enviada por el banco, aceptación por parte del cliente, preparación de la escritura y firma ante notario.
+ infoUna tasación bancaria de un inmueble es un proceso realizado por una entidad financiera para determinar el valor del inmueble que será utilizado como garantía en un préstamo hipotecario. Esta tasación se realiza por un tasador independiente y certificado, y su objetivo principal es establecer el valor de mercado del inmueble en función de diversos factores, como su ubicación, tamaño, estado de conservación y características específicas. Por otro lado, una tasación inmobiliaria o la realidad del mercado se refiere al valor real que podría tener un inmueble en el mercado, basado en las transacciones recientes de propiedades similares en la misma zona, así como en las condiciones económicas y de oferta y demanda del mercado inmobiliario en general. Esta tasación puede realizarse por un agente inmobiliario o por empresas especializadas en valoraciones de propiedades. La diferencia principal entre una tasación bancaria y una tasación inmobiliaria radica en el propósito y el enfoque de cada una. La tasación bancaria se centra en determinar el valor del inmueble como garantía para un préstamo hipotecario, mientras que la tasación inmobiliaria considera el valor real en el mercado para fines de compra, venta o alquiler. Además, la tasación bancaria suele ser más conservadora y puede tener en cuenta otros factores específicos del préstamo hipotecario, como el riesgo y la capacidad de reventa del inmueble en caso de impago.
+ infoLa tasación bancaria de un inmueble en España sirve para varios propósitos: 1. Determinar el valor real del inmueble en el mercado: Esto es esencial para la entidad financiera, ya que necesita asegurarse de que el valor del inmueble es suficiente para cubrir la deuda en caso de impago. 2. Establecer el importe máximo de financiación: La tasación se utiliza para determinar cuánto puede financiar la entidad bancaria, lo cual generalmente se sitúa alrededor del 80% del valor de tasación del inmueble. 3. Garantizar la solvencia del préstamo: La tasación proporciona una evaluación objetiva y profesional del valor del inmueble, lo que ayuda a garantizar que el préstamo esté respaldado por un activo que tiene un valor adecuado en el mercado inmobiliario.
+ infoEl Euríbor, abreviatura de Europe Interbank Offered Rate (Tipo Europeo de Oferta Interbancaria), es el tipo de interés al cual las entidades financieras de la zona euro se prestan dinero entre sí, comúnmente conocido como "el precio del dinero". Se publica diariamente y no se refiere a un único tipo de interés, sino que representa la media de los tipos a los que los bancos europeos se prestan dinero entre sí durante diferentes plazos. Hay valores para plazos de una semana, un mes, tres meses, seis meses y doce meses. La media mensual del Euríbor a doce meses es comúnmente utilizada como índice de referencia en las hipotecas.
+ infoEl Euríbor es calculado por la Federación Bancaria Europea utilizando los tipos de interés solicitados diariamente a cada uno de los bancos de la zona euro. Su cálculo implica eliminar el 15% más alto y el 15% más bajo de todos los tipos de interés recopilados, y luego se realiza la media aritmética del resto de los valores.
En cuanto a su impacto en la cuota de la hipoteca, en los préstamos hipotecarios variables, la cuota a pagar cada año está determinada por dos componentes principales: el diferencial, que es la parte fija negociada con el banco y se suma al Euríbor, y el índice de referencia, que es el tipo de interés utilizado para aplicar el diferencial, siendo en la mayoría de los casos el Euríbor.
Por lo tanto, el Euríbor tiene un impacto significativo en los intereses que se deben devolver al banco por la hipoteca. Si el Euríbor baja, los intereses de la hipoteca también disminuirán, y si el Euríbor sube, los intereses de la hipoteca aumentarán.
Un aval, según la definición del Banco de España, es un contrato en el que una persona física o jurídica garantiza o asegura el cumplimiento de obligaciones, comprometiéndose a pagar una deuda en nombre de otra persona si esta última no lo hace. En resumen, el aval implica asumir el pago de la deuda de alguien en caso de que esta persona no pueda hacerlo.
+ infoCuando se solicita una hipoteca, si el banco considera que el patrimonio, las condiciones económicas o el historial crediticio del solicitante no son suficientes garantías para otorgar el préstamo, puede requerir un avalista hipotecario. Este avalista se compromete a responder con sus bienes en caso de que el titular del préstamo no pueda hacer frente a los pagos. Antes de reclamar al avalista, el banco debe demostrar que el titular del préstamo no puede cumplir con sus obligaciones de pago.
+ infoEl diferencial de una hipoteca es el margen de beneficio que el banco obtiene por prestar el dinero, en el caso de hipotecas a interés variable o mixto. Este diferencial se suma al Euríbor, que es un índice oficial que representa el tipo de interés al que los bancos de la zona euro se prestan dinero entre sí. Esencialmente, el Euríbor es el "precio del dinero". Al comparar las ofertas de diferentes bancos, es crucial prestar atención al diferencial que aplican, que es el porcentaje adicional que se suma al Euríbor. La suma del Euríbor más el diferencial determina el costo total de la hipoteca, conocido como el tipo de interés nominal (TIN).
+ infoEl avalista de una hipoteca debe cumplir con los siguientes requisitos, ya que la entidad exige que tenga la misma capacidad de pago que la persona a la que se le concede el préstamo hipotecario:
1. Ser mayor de edad.
2. Contar con ingresos estables y suficientes.
3. Poseer un nivel patrimonial adecuado que sirva como garantía para la entidad financiera, lo que implica tener bienes libres de cargas, como inmuebles ya pagados.
4. No figurar en los ficheros de solvencia patrimonial.
5. No tener deudas pendientes de pago.
Es importante tener en cuenta que el avalista estará vinculado al deudor durante toda la vida del préstamo hipotecario, por lo que debe estar plenamente informado sobre las cláusulas y condiciones del préstamo, ya que podría tener que asumirlas como propias en caso necesario.
Sí, es posible reducir el interés de nuestra hipoteca incluso después de contratarla. Una forma de lograrlo es mediante la contratación de productos combinados con la hipoteca, como la domiciliación de la nómina, tarjetas de crédito y seguros de hogar y vida. Además, el porcentaje del valor de tasación de la vivienda y el nivel de ingresos también influyen en el interés, independientemente del tipo de hipoteca elegida (fija, variable o mixta). Los plazos de devolución varían según el tipo de hipoteca, siendo más largos en las variables que en las fijas. Es común que las hipotecas variables tengan un plazo de hasta 40 años, mientras que las fijas suelen limitarse a 30 años. Realizar amortizaciones anticipadas puede ser beneficioso para reducir el interés total pagado a lo largo del préstamo, pero es importante tener en cuenta posibles comisiones por este concepto, como la comisión por desistimiento durante los primeros cinco años en las hipotecas variables, y la compensación por riesgo de tipo de interés en las hipotecas fijas. Si deseamos cambiar de modalidad de hipoteca después de haberla contratado, generalmente es posible realizar este cambio con el banco o entidad financiera correspondiente.
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